Un problema considerado en la
educación, según una entrevista realizada al pedagogo francés Philipe Meirieu,
es el de considerar la mente de los niños como un depósito donde se depositan
los conocimientos y se les exigen rendimientos, afirma que “no podemos contentarnos con dar de
beber a quien tiene sed, sino que hay que dar sed a quienes no quieren beber”,
estimular la curiosidad de los infantes en lugar de exigirle repeticiones.
Según un artículo de Fernando
Sabater (El valor de educar), la escuela debe fomentar la pasión por el
conocimiento, aprovechando la curiosidad de los niños, que esto es algo que
forma parte de su condición. La idea de que todo sea memorización es absurda,
pero también hay que destacar que hay que cultivar la memoria ya que, ésta,
desarrolla la inteligencia, hay que aprender a recordar.
Hacer que los niños memoricen
ignorando el porqué tienen que memorizar eso, sin que ellos tenga curiosidad
por saber algo, hace que con el paso del tiempo los niños olviden lo aprendido,
se dedican a memorizar algo para el momento de la prueba a la que se les somete
para medir sus conocimientos. La enseñanza y la educación debería preparar al
infante de manera que los conocimientos adquiridos sirviesen para su
participación en el mundo y para que sea una persona culta que sepa
desenvolverse por sí mismo. Existen actividades prácticas que ayudan a
memorizar conocimientos más fácilmente, que hagan más amena la enseñanza del
discente, de ésta manera despertamos su curiosidad con actividad, que siempre
ayuda más que pasarse horas sentados frente a un profesor que solo habla y
habla. Y dejar funcionar su creatividad también forma parte de su interés por aprender y despertar la curiosidad, nosotros los docentes también podemos aprender mucho de ellos.
Sería un gran logro conseguir formar una clase donde el alumno tome la iniciativa de querer ser educado.
En segundo lugar, todos los
ciudadanos tienen derecho de acceder a la educación. La educación, en las
escuelas, se trata de formar a seres humanos libres, pero la libertad implica
disciplina, aunque parezca algo contradictorio, es imprescindible. La libertad
está ligada a la disciplina que hace a
las personas responsabilizarse de las decisiones que se toman libremente.
Buen trabajo, Beatriz. Añade esas ideas al saco que estás llenando, sigue leyendo y pensando, y ayuda a tu grupo a resolver el enigma del proyecto en el que estamos trabajando.
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